Podríamos decir que éste es un bizcocho de diario, porque los ingredientes son de lo más básico y porque resulta bastante ligero al llevar una cantidad importante de leche. Totalmente recomendable para el desayuno.
Necesitamos:
- 3 huevos grandes
- 300 gr. de azúcar
- 350 gr. de harina
- 240 gr. de leche (ver notas al final)
- 120 gr. de aceite de girasol o de oliva suave
- Ralladura de un limón
- Un sobre de levadurina Royal
- Una pizca de sal
Mi modo de hacerlo:
Separamos las claras de las yemas.
Batimos las yemas en un bol, añadimos el azúcar, el aceite y la ralladura de limón y mezclamos bien. Ponemos la mitad de la leche, removemos e incorporamos la mitad de la harina que habremos juntado con la levadurina y la sal, mezclamos bien. Ponemos el resto de la leche y la harina que falta, removiendo hasta que esté todo bien integrado y sin grumos.
Montamos las claras a punto de nieve y las añadimos a la mezcla anterior con cuidado de que no se bajen.
Vertemos en un molde adecuado a las cantidades con un papel de horno o untado con mantequilla y enharinado.
Tenemos el horno precalentado y horneamos hasta que esté hecho. En mi horno a 180º con aire tardó 45 minutos.
Notas:
En este bizcocho en vez de usar leche, utilicé el suero que tenía de haber hecho el requesón de kéfir.
Si queréis hacer algo parecido, simplemente añadimos a la leche el zumo de medio limón, dejamos reposar unos 10 minutos y ya se puede utilizar. Es la misma técnica del bizcocho de limón con buttermilk.
Isa, es casi un privilegio comer y saborear con tranquilidad en el desayuno uno (mejor dos) buenos trozos de este bizcocho.
ResponderEliminarEse gustazo me lo dí el fin de semana que lo hice y mientras lo degustaba, se me olvidó lo mucho que estaba lloviendo y el frio que hacia.
Tienes muchos en tu Blog, y de los que tuve oportunidad de probar, este está entre los que volveré a hacer.