Sin duda, éstas fueron las costillas más jugosas que conseguí hacer en casa, incluso al día siguiente y frías, lo seguían estando.
La técnica del papillote resulta muy cómoda y se cocina sin apenas grasa, así que la estoy probando con absolutamente todo, lo último fueron unos trozos de pitu de caleya.
Necesitamos: (para 4 personas)
- 1 costillar o un par de tiras buenas de costilla de rabadal
- Sal, ajo, pimentón, aceite, pimienta, romero, tomillo…
Mi modo de hacerlo:
Ponemos en un bol dos o tres dientes de ajo rallado o picado menudo, le añadimos pimienta, pimentón, perejil, romero, tomillo, un chorro de aceite y/o cualquier otra especia que nos guste.
Salamos las costillas y las untamos bien con la mezcla anterior.
Si tenemos tiempo, las dejamos adobar un rato.
Colocamos las costillas sobre un papel de horno grande o de aluminio (yo prefiero papel de horno). Las cubrimos con otro papel y doblamos los bordes de manera que quede un paquete bien sellado.
Metemos al horno a 180º.
Cuando haya pasado una hora o algo más, abrimos el paquete (ojo con el vapor que suelta que quema un montón) y dejamos que se doren un poco, primero por un lado y luego por el otro.
A 180º tardarán una hora y media aproximadamente.
Exquisitas.gracias
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