GRATINADO DE PASTA Y ROMANESCU

Justo antes de ir al horno

El brécol con bechamel es un plato que preparo muy a menudo porque nos encanta y se puede dejar hecho de un día para otro sin problema. En esta ocasión le añadí unos puñados de pasta (mafalda corta) y bacon, con lo cual tenemos un plato más completo. Además, en vez de utilizar brécol, usé una pieza de romanescu que es un híbrido de coliflor y brécol y que tiene una forma preciosa.

Necesitamos: (para 4 personas)

• 1 pieza grande de brécol o romanescu
• Unos 250-300 gr. de pasta 
• Unas lonchas de bacon
• Aceite y sal
• Bechamel (50 gr. de harina, 25 gr. aceite, 25 gr. de mantequilla, una pizca de nuez moscada, sal y leche, algo más de medio litro)
• Un poco de queso rallado

Mi modo de hacerlo:

Ponemos una pota al fuego con un poco de sal. Lavamos el romanescu o brécol y lo cortamos en ramilletes. Lo echamos en la pota a cocer.

Estará listo en unos 15 minutos, para comprobarlo pinchamos con un tenedor.

Cuando esté cocido, lo sacamos con una espumadera y reservamos. Yo utilizo esta misma agua para cocer la pasta, con la esperanza de que las vitaminas que quedaron en ella las absorba la pasta.

Cortamos el bacon en tiras finas.

Cubrimos el fondo de una sartén honda con aceite, rehogamos el bacon, agregamos la verdura, salteamos y finalmente ponemos la pasta que ya estará cocida y escurrida.

Movemos con cuidado y vertemos en una fuente de horno.

Para cubrir, haremos una bechamel ligera (ver receta) que repartimos por encima y por último, espolvoreamos con  el queso rallado.

Metemos al horno a 180 grados unos 20 minutos y listo para servir.

Notas:
Si lo hacemos de un día para otro, necesitará un poco más de tiempo de horno, unos 30 minutos.

TARTA DE TURRÓN

Yo acostumbro a guardar una o dos tabletas de turrón blando para hacer esta tarta a lo largo del año. Si queréis hacer como yo o simplemente os sobró turrón y no sabéis qué hacer con él, os dejo esta propuesta.

Necesitamos:

• 1 bizcocho de yogur con almendra o unas bases de bizcocho compradas
• 1 tableta de turrón
• 3 ó 4 cucharadas de leche
• ½ litro de nata líquida para montar
• Almíbar para remojar

Mi modo de hacerlo:

Lo primero que tenemos que hacer es el almíbar y el bizcocho para que ambos estén fríos. Yo utilizo un bizcocho de yogur con almendra (ver receta), pero podéis utilizar el que más os guste. Con las bases de bizcocho compradas también queda bien, si vamos con prisa es una opción perfecta.

Para el almíbar, ponemos al fuego un vaso grande de agua con medio vaso de azúcar y un poco de canela en rama. Dejamos que hierva unos 10 minutos y lo retiramos. En este momento, podemos echarle un chorro de algún licor, como coñac o ron.

Deshacemos la tableta de turrón y le añadimos unas cucharadas de leche hasta que quede como una crema densa.

Montamos la nata y juntamos con el turrón con ayuda de una espátula y con movimientos envolventes para que la nata no se baje.

Partimos el bizcocho por la mitad, ponemos una parte en el plato de servir, remojamos con el almíbar y cubrimos con la mitad de la crema.

Colocamos la otra mitad de bizcocho y lo mismo, remojar y poner el resto de la crema cubriendo también los lados para que quede uniforme.

Dejamos reposar y listo. Podemos adornarla con un poco de chocolate rallado o dejarla tal cual, como es el caso.

NOTAS:

Si hacéis el bizcocho de yogur no necesitaréis remojarlo mucho, puesto que es bastante jugoso, de hecho en la tarta de la foto me despisté y ya había echado la crema a la parte de arriba sin haberla remojado y aún así, no estaba nada seco.