Estas magdalenas son una versión del bizcocho de avellana de Pasen y degusten. Con estas cantidades salen una docena, la receta es sencilla a más no poder y utilizando unas buenas avellanas el resultado es muy bueno. Tanto en bizcocho o de esta manera, os animo a que probéis.
Necesitamos:
- 140 gr. de avellana tostada molida
- 140 gr. de azúcar
- 140 gr. de harina
- 1 cucharadita de levadurina (Royal)
- 2 huevos
- 100 gr. de nata líquida
- 100 gr. de mantequilla derretida
- 1 clara a punto de nieve
Mi modo de hacerlo:
Mezclamos en una fuente los ingredientes secos: avellana, azúcar, harina y levadura.
Por otro lado, batimos ligeramente los dos huevos, juntamos con la nata y la mantequilla derretida y fría.
Añadimos a la mezcla anterior, en dos o tres veces, los ingredientes secos removiendo con cuidado hasta que estén perfectamente integrados.
Montamos una clara a punto de nieve y la incorporamos a la mezcla con movimientos envolventes. La clara la pongo para aligerar un poco la masa y que las magdalenas queden más esponjosas.
Repartimos en los moldes y horneamos en horno precalentado a 180 grados unos 35 minutos con calor arriba y abajo.
Notas:
Para tostar las avellanas, las ponemos en horno precalentado a 190-200 grados durante unos 15 minutos. Ni que decir tiene que el sabor a avellana va a ser más marcado si las tostamos en casa.
Madre qué pintaza!! Seguro que la avellana les aporta un toque muy rico! Por cierto, qué chulo el bote del azúcar glass! ;)
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